“El problema de los residuos sólidos, en la gran mayoría de los países, y particularmente en determinadas regiones, se viene agravando como consecuencia del acelerado crecimiento de la población y concentración en las áreas urbanas, del desarrollo industrial, los cambios de hábitos de consumo y mejor nivel de vida, así como también debido a otra serie de factores que conllevan a la contaminación del medio ambiente y al deterioro de los recursos naturales.

Desafortunadamente, por lo general el desarrollo de cualquier región viene acompañado de una mayor producción de residuos sólidos y, sin duda, ocupa un papel importante entre los distintos factores que afectan la salud de la comunidad. Por lo tanto, constituye de por sí un motivo para que se implanten las soluciones adecuadas para resolver los problemas de su manejo y disposición final”.

En nuestro país, aproximadamente el 90 % de los municipios no cuentan con un Plan de Gestión Integral y depositan en el mejor de los casos la totalidad de los residuos en rellenos mal construidos y gestionados y en el peor de los casos, en basurales a cielo abierto con quema de residuos.

La Gestión Integral de los Residuos Sólidos es una disciplina asociada al control de la generación, almacenamiento, recolección, transferencia y transporte, procesamiento y disposición final de los residuos, en forma armónica y que esté acompañada con los mejores principios de la salud pública, de la economía, de la ingeniería, de la conservación, de la estética y de principios ambientales, para mejorar la salud de la población, preservar el ambiente y los recursos naturales, tomando en cuenta los principios de sostenibilidad en el tiempo.

A partir del análisis de los postulados de la Agenda XXI de la Cumbre de Río ’92, en su Capítulo 21, el “Manejo Ecológicamente Racional de los Residuos Sólidos” y de la Cumbre de Johannesburgo 2002, se pueden resumir los siguientes principios básicos a considerar:

● Minimización en la generación.

● Maximización de la reutilización, el reciclado y su comerciabilidad.

● Ampliación del alcance de los servicios relacionados con residuos.

● Tecnologías de eliminación, tratamiento y disposición final ambientalmente adecuadas, que incluyan la recuperación de energía.

● Tecnologías de producción limpia.

● Investigación, experimentación, desarrollo e innovación tecnológica sobre reciclado, abono orgánico y recuperación de energía.

● Educación pública, participación y apoyo de la comunidad en la gestión de los residuos

● Además, se debe establecer el carácter de obligatorio de la disposición final de los RSU en rellenos sanitarios y la erradicación y clausura de los basurales a cielo abierto.

La Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU), tiene como uno de los pilares la correcta disposición final, tal cual lo establecido en la Agenda 21 – Río de Janeiro (1992). La GIRSU tiene un impacto positivo sobre la salud pública, la conservación y la protección sobre el ambiente.

 

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